Relato: El Silencio Interior

El sonido del silencio es lo único que se escucha cuando uno se interna en su propio interior.

El silencio es perturbador, nada parece impedirle invadir todo mi interior. Se siente como estar dentro de una cueva oscura y solitaria.

No puedo alzar mi voz, mis cuerdas vocales parecen estar ausentes. De nada servirían, pues me encuentro en la compañía exclusiva de la soledad. Aun sabiendo esto, quisiera hablar y no callar hasta sacar el último secreto de mi interior.

Todo está oscuro, siento haber llegado al fondo de un profundo abismo. Me invade la desesperanza por no saber si podré salir, pero mas allá de esto, una intensa curiosidad me controla y me anima a buscar una salida. La necesidad de saber que hay afuera, donde hay luz. ¿Habrá un mundo utópico esperando a mi salida?

No tengo idea de cómo estará el mundo fuera de mí. Ya no recuerdo como me adentré en este silencioso y oscuro abismo, de hecho no recuerdo por qué mi ser ha quedado aislado, en total soledad.

Recuerdo que tenía muchos amigos, gente que se preocupaba por mí. Tambié recuerdo familiares que llamaban para saber como me iba en la vida. ¿Que será de ellos? ¿Donde están todos? ¿Por qué nadie habla y rompe con este silencio tan fuerte?

El silencio interior me confunde, no puedo discernir si se trata de un silencio dentro de un abismo o el abismo en sí mismo, se trata de mi propio interior.

Le intento buscar significado a la oscuridad. Entra en mi pensamiento el recuerdo de la frase "Se cosecha lo que se siembra". La verdad ahora que lo analizo, no logro entenderla. Creo haber obrado bien, siempre preocupándome por el bienestar de los demás por encima del mio propio. Siempre haciendo amistades, nunca haciendo enemistades. Siempre ofreciendo cordialidad y amabilidad a quienes me rodean. No logro entender este vacío ni este silencio ni esta soledad. ¿Acaso se trata de que debí haber hecho mas por mi mismo, preocupándome por mi propio bienestar en lugar del de los demás? No lo sé, eso podría caer en egoísmo y al parecer nunca ha formado parte de mi naturaleza.

Mi mente no esta procesando ideas como solía hacerlo. No puedo hablar con mi propio Yo, pues el silencio es tan grande, que no deja escuchar ni la voz de mi conciencia. Solo puedo sentir. Tengo muchos sentimientos, aunque parece que no los comprendo en su totalidad. Algunos logran controlar mi forma de pensar y hasta de actuar.

Poco a poco logro vencer el sentimiento de desesperanza y reuno fuerzas para llegar a una salida.

Me he propuesto descubrir qué me espera allá afuera. Sea bueno o sea malo, tengo que saberlo y la manera de hacerlo es superando el oscuro abismo que me envuelve. Solo necesito una luz, por pequeña que sea, así aunque esté lejos, sabré hacia donde debo dirigirme.

Si alguien ahí afuera se preocupa por mí, que me regale un poco de luz, yo pondré todo mi esfuerzo para llegar al final y salir hasta la luz.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Congelado en el tiempo

Te amaré por ¿siempre?

Mundo Artificial