El poder de escuchar



     En la imagen de arriba, vemos a Horton, el elefante de la película "Horton y el mundo de los quién", en la que el y sólo el podía escuchar unos seres muy muy pequeños que vivian en una minúscula mota de polvo, a merced del aire y los elementos naturales.

     En la vida real, al igual que Horton era el único capaz de escuchar a los "quién", muy pocas personas tienen el poder de escuchar. La mayoría de nosotros tiene capacidad auditiva, es decir, podemos oir, pero por lo general no estamos dispuestos a escuchar pacientemente cuando alguien intenta comunicarnos algunas cosas. Normalmente, aun de manera incosciente, somos egoístas en menor o mayor medida, porque cuando alguien quiere comunicarnos algo importante, aunque consideremos que no es importante para nosotros, nos mostramos atentos a escuchar, pero pronto interrumpimos para exponer nuestro punto de vista, sin dejar que la otra persona termine de expresarse o lo haga con soltura.

     Hay ocasiones en que alguien tiene un problema y va donde un amigo a hablar, pero simplemente quiere contar su problema, aun sabiendo que el amigo no podrá solucionar su problema, pero sintiendo la necesidad de expresarlo, a modo de desahogo. En esos casos, el amigo solo tendría que callar y escuchar, dejar que exprese el problema que le afecta, pues es una manera de liberar un poco esa carga. Pero insistimos en pretender ayudar dando consejos, que en la mayoría de los casos ni siquiera tenemos la experiencia real como para aconsejar a otro, pero creemos tener la razón y terminamos acortando la "historia" y provocando que la persona no solo no expresó todo su problema, sino, que ahora estará pensando en si hacernos caso en nuestro consejo o no hacerlo, aparte que se le suma la decepción de no haber conseguido lo que fué a buscar (que no era un consejo), simplemente alguien que le escuchara.

     Parace muy fácil, escuchar es simplemente estar quieto, callado pero atento. La realidad es que se nos hace muy difícil contenernos y escuchar pacientemente. Se requiere fuerza de voluntad para silenciar nuestras opiniones y criterios, sobretodo cuando creemos que sabemos o dominamos cierto tema.

     El que calla, tiene la oportunidad de pensar mejor y aprender mas, pues mientras mas cosas escuchamos, mas cosas retenemos y asi enriquecemos y actualizamos nuestra sabiduría.

     El poder de escuchar es un mecanismo que debemos utilizar diariamente en nuestras vidas, así cada día nos convertimos en personas mas sabias y al mismo tiempo, sin esfuerzo, damos a otros la satisfacción que buscan al permitirles expresarse abiertamente. Sabiendo escuchar, se conoce verdaderamente la intención de quien habla. Dejemos entonces que otros hablen, mientras nos ponemos a escuchar, luego tendremos tiempo y conocimiento para responder de manera mas correcta, pues ya sabremos exactamente lo que el otro quería de nosotros.



Comentarios

  1. lei muy pacientemente esto, y me gusto ucho lo que dice, y la forma que dice claramente la verdad, voy a tomarlo muy encuenta, siempre me pasa!, que estoy viendo a la persona y medio escuchando pero que?, osea atenta a lo que ella dice y analizar lo que esa persona y sentir lo que quiere decirme es muy dificil, pero leer esto me ayudo mas a concentrarme y analizar, gracias!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por visitar este blog!

    Me alegra que le haya gustado y que le sirva de algo positivo. En mi opinión, escuchar a los demás tienen en ocasionas mas valor que cualquier consejo que podamos dar, pues cuando alguien puede contar abiertamente su problema, muchas veces mientras lo cuenta, encuentra la solución, y nosotros terminamos ayudándole practicamente sin decir nada, solo permitiendole que hablase.

    Hasta pronto, un abrazo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Congelado en el tiempo

Te amaré por ¿siempre?

Mundo Artificial