Entradas

Mostrando entradas de abril, 2010

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Imagen
     Tantas veces escuché esa canción de Sabina y nunca pensaba que a mi también me robarían el mes de abril. Pero aun me pregunto, ¿quien ha sido? no tengo la menor idea, pero tampoco tengo la menor duda de que se me ha escurrido entre las manos, que el reloj nunca se detuvo, tras las horas seguían los días, sin embargo, me habían dejado a un lado, ignorado, olvidado.      Tantas ideas tenía guardadas para este mes, pero simplemente se han evaporado. Este no puedo ser yo, es otra persona ocupando mi cuerpo, mi espacio, mi mente…      …ha de ser la locura resultante por el exceso de cordura. No lo se, ¿quién lo sabe?      Este vacío de ideas tan lleno de ideología, que no me permite expresarme, pero tampoco callarme. Es un conflicto entre dos mundos distintos dentro de un mismo universo. Una auto-abducción, una expresión escandalosa del silencio, un gran despliegue de luces oscurecidas, una contradicción sincronizada, una ruptura bajo acuerdo mutuo, un sarcasmo con la mayor si

Espontaneidad cotidiana

Imagen
     D iariamente nos enfrentamos a nuestro día a día, lo cual generalmente es una rutina constante o casi invariable. Esto no suele importarnos por un buen tiempo, sin embargo, llega el momento en que nos aburrimos de la rutina cotidiana y buscamos hacer algo distinto. Aquí es donde interviene la espontaneidad, esa chispa que puede encender la llama de nuestras vidas y acelerarnos el pulso y las ganas de seguir luchando por la constante mejora de vida.      A veces somos espontáneos sin pensarlo, haciendo cualquier acción que rompa la rutina, como por ejemplo, cuando sin que nadie estuviera esperando, llamamos la atención de todos y contamos un chistecito para amenizar la mañana. Esa es una espontaneidad cotidiana, pues es algo que ocurre en muchos lugares comúnmente, sobre todo en las oficinas donde laboramos con varios compañeros de trabajo.      En la fotografía podemos apreciar una espontaneidad no cotidiana en los adultos, aunque si en los niños, se trata de ser espontáneo