Buscando la verdadera Felicidad...
No importa cuál sea la creencia, cultura, estatus social, origen ni costumbre de un ser humano, todos tenemos algo en común:
Buscamos ser felices a toda costa.
Esta búsqueda por lo general se va saliendo de su curso conforme avanzamos en la vida, pues cada vez nos proponemos metas mas difíciles y costosas y así nos vamos olvidando de lo que originalmente buscábamos, es decir, ser felices.
He tenido la suerte de poder analizar muchas situaciones, tanto propias como de terceros y también la fortuna de permitirle a mi mente viajar en el tiempo hacia el pasado, hacia la época de la niñez, donde todo comienza. Aparte de leer muchas propuestas que tanto escriben los filántropos sobre lo que es la verdadera Felicidad, creo que la respuesta a todo esto, puede que sea incierta, ya que todos somos felices de distinta forma y todos tenemos metas distintas, sin embargo, sino todos, al menos la mayoría nos equivocamos en el camino que seguimos para ser felices.
En la imagen de arriba puede apreciarse un rostro de entera felicidad. Felicidad real y no condicionada. Miren en la foto que no se trata de un parque de atracciones ni un costoso juego, es simplemente un juego familiar que solo involucra 2 personas y la naturaleza.
Vamos directo al punto que quiero compartir con ustedes:
Empezamos siendo felices desde pequeños por la simple razón de que nuestra felicidad es natural, es casi un instinto, como si naciéramos con eso, por eso a corta edad somos felices con cualquier cosa, pero luego que vamos creciendo, independientemente de nuestra educación, tendencia religiosa o política, aparece algo llamado CAPITALISMO, que nos va introduciendo la idea de que toda nuestra vida debe basarse en el dinero y que la felicidad esta en adquirir bienes materiales con ese dinero por el cual deberemos luchar toda la vida. En ese preciso momento nos olvidamos de que era tan sencillo ser feliz y entonces vienen las famosas metas para alcanzar un supuesto "éxito" que ni siquiera se basa en lo que nos gusta, pero luchamos por alcanzarlo de todos modos, como si nos sintiéramos en la obligación de hacerlo (Quizás inconscientemente así sea).
En el caso de que se naciera ya con abundancia económica, se haría sumamente fácil adquirir los bienes materiales que brindarían la felicidad, sin embargo, la facilidad de conseguir algo hace que pierda el valor, entonces se termina pagando por una felicidad falsa o vacía, que no dura en el tiempo. Quien todo lo tiene económicamente, por lo general tiene vacío emocional (o espiritual como quieran pensar algunos), asi que tampoco tienen la felicidad real.
Me parece que si pudiéramos deshacernos de los "ideales" inducidos por el Capitalismo, podríamos redescubrir el secreto de la felicidad, el cual conociamos desde pequeños y que se basa en cosas mas simples y al alcance de todos. La felicidad es distinta para cada quien; puede ser subir a una montaña, nadar en un rio, compartir alegrías con alguien especial, etc.
Sé que es un tema subjetivo y hay demasiadas opiniones distintas, pero espero que puedan sacar algo positivo y aprendamos más a utilizar el Sentido Común...
...el menos común de los Sentidos!
Hay una cancion de Dave Matthews, no se si sea del agrado tuyo o de los lectores, que habla claramente de lo que indicas en el 3er parrafo. El titulo de la cancion es true reflections.
ResponderEliminarDonis M. Tavera
Muchas gracias por tu comentario. Excelente la canción que recomiendas y muy acertada.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno, tengo otra recomendacion en este caso es una pelicula, ojala ya la hayas visto, se llama INTO THE WILD! Sino, debe convertirse en un requerimiento OBLIGADO para entrar al Blog.
ResponderEliminarYo lo tengo todo y no me siento feliz porque tengo el mejor marido, mejor padre para mis hijos del mundo, pero no lo amo y siento que no puedo mas con esto me esta matando lentamente...
ResponderEliminarGracias por comentar!
ResponderEliminarRealmente, tenerlo todo no significa tener todo lo que la sociedad nos indica como "perfecto". Una familia perfecta es aquella en la que todos sus miembros viven plenamente felices de estar unos junto a los otros, entonces, el hecho de que no ame a su marido, evita la verdadera felicidad y de seguro que ese sentimiento se transmite al resto de la familia, aun inconscientemente. Muchas personas temen separarse de los matrimonios por las presiones sociales o religiosas, sin embargo, vivir una unión infeliz es mucho peor que una ruptura o separación. La búsqueda de la felicidad no debe basarse en un solo intento, si se falla, hay que seguir intentando, siempre intentarlo hasta conseguirla.
Un abrazo!